Una de las fotografías más complicadas de hacer es, sin duda, la foto del iris. Esta, aunque no lo creas, esconde mucho, porque hay que tener en cuenta que el iris refleja aquello que se ve, de ahí que debas no sólo fijarte en lo que se fotografía, sino también en lo que se ve en ese ojo.
¿Qué tal si te ayudamos con algunos consejos para conseguir una buena foto del iris de las que deje con la boca abierta a todos los demás? Entonces presta atención a estos trucos porque pueden ayudarte a conseguir ese resultado que estás esperando. ¿Vamos a ello?
Apuesta por un buen equipo fotográfico
No vas a conseguir nada si no tienes un buen equipo fotográfico para conseguir los mejores resultados. Y para ello tendrás que invertir en ello, si no lo tienes ya. Como te hemos dicho antes, las fotos del iris son de las más complicadas, no solo captar el momento del ojo, sino también darle la profundidad y el efecto que quieras. Por eso, si cuentas con una buena cámara y accesorios, será mucho más fácil.
Pues bien, para ello te recomendamos lo siguiente:
- Objetivos. Los objetivos son algo así como tu as en la manga. Como el iris es algo no demasiado grande, necesitas acercarte mucho para captar los mejores detalles. Y eso mismo es lo que puedes conseguir con distintos objetivos. Pero claro, no te vale cualquiera. Según los profesionales, las fotos con una distancia focal media, de entre 50 y 150 mm son lo mejor porque puedes conseguir un primer plano, pero, al mismo tiempo, no vas a poner nerviosa a la persona en sí. Además, ten en cuenta que, cuanto más cerca te pongas, más fácil es que la otra persona parpadee más nerviosa, con lo que te será más difícil sacar una buena foto del ojo o que este no se mueva. Dentro de los objetivos, apuesta siempre por los macro que son los ideales para este tipo de fotos.
- Filtro polarizador. Este accesorio te puede ayudar a evitar que aparezcan en el iris los reflejos y brillos que afeen el aspecto de tu foto. Además, hará que salgan más nítidas, con mejor contraste y saturación.
- Cabezal de macrofotografía. Al igual que el anterior, no es imprescindible, pero los resultados sí son mucho mejores con él porque la imagen saldrá más precisa.
Iluminación y ubicación
Otro de los aspectos más importantes de la foto del iris es la iluminación y la ubicación donde tomes la foto. De hecho, una mala elección de estos dos puntos puede arruinar la sesión de fotos que hagas.
Así que, en el primer punto, escoge siempre un lugar donde tengas una buena iluminación porque no puedes utilizar el flash para hacer este tipo de fotos. Lo mejor es la luz natural. Esta puede ser directa y constante, por ejemplo, que el sol le dé en los ojos.
Esto nos lleva a un problema importante: el hecho de que parpadee más. Si pasa eso, podrías optar por hacer fotos de perfil, ya que así se puede lograr reducir el parpadeo a la vez que obtienes otro tipo de resultados igual de impresionantes.
Con respecto a la ubicación, intenta que la persona a quien vas a fotografiar mire en una dirección concreta, no directamente a ti para evitar que el ojo refleje tu propio reflejo. Esto a veces se soluciona editando la foto, pero en otras un simple cambio puede conseguir que tú no salgas.
¿Y cómo hacerlo? Pues, por ejemplo, haciendo la foto desde otro ángulo, o pidiendo que se centre en otro objeto.
Parámetros de la cámara
Como te hemos dicho antes, un buen equipo es imprescindible para sacar una buena foto del iris. Pero cuidado, porque de nada te vale tener un buen equipo si no sabes aprovecharlo y poner los parámetros exactos para este tipo de fotografías.
En concreto, te recomendamos:
- Apertura de diafragma intermedia, entre f/5.6 y f/8. Según la persona, podrás jugar con ese margen que te hemos dicho.
- Velocidad de obturación alta. Concretamente, de mínimo 1/125 para conseguir que el iris no se capture borroso o movido.
- Modo live view. Esto te permitirá enfocar manualmente la cámara y así podrás hacer un buen zoom para centrarla en la pupila y el iris. Ahí es donde tienes que enfocar el centro de la foto, dejando todo lo que hay alrededor del ojo como algo accesorio que no interesa (de hecho, eso no importará que se vea borroso).
Usa un trípode
Aunque el trípode no es un accesorio necesario ni obligatorio, sí que te lo recomendamos para las fotos del iris, sobre todo si quieres centrarte en la persona a quien fotografías y dejar la cámara fija en un punto.
Esto tiene sus puntos fuertes y sus debilidades. Por un lado, el hecho de que la cámara no se mueva le dará más estabilidad a la foto que saques, además de que la persona puede sentirse más cómoda al saber que no te vas a acercar.
Por otro lado, tendrías el problema de que la persona se moviera, por lo que, aunque tú pongas la cámara y centres el objetivo a fotografiar, que es el iris, si se mueve, la foto no saldrá bien salvo que estés pendiente del trípode para moverla en todo momento.
Edita la foto
El último consejo que te dejamos para hacer una foto del iris es la edición de las fotos. Es cierto que no es lo mejor, sobre todo si te gustan las fotos naturales. Pero a veces, para sacar lo mejor de una imagen, pasarla por un programa de edición de imágenes puede ser lo mejor.
En concreto, te recomendamos que te centres en los ajustes de exposición, contraste y saturación. Sólo tienes que ver el antes y el después para darte cuenta de lo que puedes conseguir con ello.
Ahora sólo te queda hacer tus propias prácticas con una foto del iris y ver todo lo que puedes conseguir. ¿Tienes algún consejo más que te gustaría compartir? Déjanoslo en comentarios.